No todos los niños al nacer tienen el mismo desarrollo visual aunque las
etapas posteriores de maduración suelen ser muy parecidas en el ser
humano.
La vista es considerada la más importante de los sentidos ya que
brinda la mayor información del medio que nos rodea y colabora en el
comportamiento y en el aprendizaje.
Es de suma importancia que juntos cuidemos el normal desarrollo de todas
las funciones visuales al ir controlando el buen funcionamiento de éstas.
Trataremos de explicar lo que se conoce hasta hoy del desarrollo visual del
ser humano desde el nacimiento.
Aun en el útero el feto responde a estímulos luminosos con movimientos de
cierre de los párpados. No nacemos viendo claro ni con detalles ya que la
mácula, zona de la retina responsable de nuestra mejor calidad visual, no se
encuentra desarrollada al nacer.
Visión al nacer.
La visión al nacer es aproximadamente entre 3% a 5% del la normal del
adulto, eso quiere decir que vemos bultos borrosos y distinguimos movimientos.
Nacemos viendo en blanco y negro ya que los conos, responsables de la
percepción de los colores aún no se han desarrollado aunque a los recién
nacidos les atrae todo lo que brilla.
A las 2 semanas hay una pobre coordinación ocular lo que hace aparentar que
el niño tiene una desviación de sus ojos (estrabismo).
Primer trimestre.
A partir de la cuarta semana se inicia el seguimiento, por cortos períodos
de tiempo, de objetos en movimiento. Se inicia el contraste de colores con
mayor énfasis en el rojo y verde, la acomodación (el enfoque de objetos de
cerca), y la percepción de profundidades. Mejoran los movimientos oculares
horizontales y comienzan los verticales.
El lactante comienza a tener visión binocular, consiste en ver el mismo
objeto con ambos ojos al mismo tiempo, lo que conlleva a un mejor manejo de
ambos ojos.
Segundo trimestre
Ya se distinguen los colores azul y amarillo. El niño distingue su mano y
otros objetos y puede jugar con ellos. A partir del quinto mes coordina su
vista y su motricidad.
De 6 a 12 meses.
Por medio de estudios electrofisiológicos modernos se ha demostrado que los
ojos tienen ya una visión prácticamente como de adulto. El niño tiene la
capacidad de ver objetos y agarrarlos orientados por lo que mira. Esta es la
fase cuando se logra la total coordinación de movimientos y paralelismo ocular,
o sea, que en esta etapa ya no debe existir una falsa apreciación de ojos
desviados, ambos ojos deben estar rectos (Ortoforia).
Se alcanza el mayor desarrollo de su visión estereoscópica y binocular.
En el primer año de vida el ojo crece de 17mm a 23mm en promedio, lo que
significa que en este período se padece de una hipermetropía, la cual no
necesita tratamiento. Esta hipermetropía se irá normalizando a medida que el
crecimiento del ojo alcance su madurez.
De esta etapa en adelante los ojos y el sistema visual continuará madurando
en una forma más lenta y será parte importante en todo el desarrollo
psicológico y de aprendizaje, siendo un factor muy importante en el desarrollo
de la personalidad, carácter y calidad de profesional en el futuro.
Es indispensable que el primer examen oftalmológico en un ser humano debe
ser efectuado a los 6 meses de edad para poder reconocer en esta etapa
cualquier problema existente.
Se consideran los 2 primeros años de la vida como los más importantes para
el normal desarrollo de todo el sistema visual, es de extrema importancia
aprovechar esa edad para poder tratar los problemas que puedan presentarse.
Lo más importante es descubrir cualquier causa que pueda producir una
AMBLIOPIA, ya que la mayoría de las causas son
tratables si se descubren a tiempo. El período de maduración del sistema visual
es alrededor de los 6 a 8 años, esto quiere decir que, entre más temprano
iniciemos un tratamiento, mejor será el pronóstico
El oftalmólogo pediatra determinará según sea necesario el seguimiento
adecuado dependiendo de cada caso en particular.
EVITEMOS CUALQUIER INCAPACIDAD VISUAL PERMANENTE
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